jueves, 22 de marzo de 2018
Todos no importa no entiende porque se habla tan poco del tema,y el culpable estar en su casa,de no creer
Ayer a la noche mi mamá, que vive en 25 de Mayo, me envío por mensaje la foto de la nota que se publicó en el diario La Mañana, por la condena al portero de la Escuela Normal que cometió “abuso simple” sobre tres menores de ese establecimiento en 2015. ¡Qué horror pensé! Rabia, furia, bronca, tristeza, lágrimas, indignación, todo tipo de emociones. ¿Cómo pudo pasar algo así? La escuela Normal fue mi Escuela, y aunque hoy no vivo ahí desde hace mucho tiempo, 25 sigue siendo mi ciudad.
Ni bien me enteré, hice una publicación chiquita en Facebook, compartiendo la foto de la nota, que no eran más que un par de líneas, y descargué ahí un poco la bronca. Conocía de antes el caso, me habían contado por encima que una mamá denunció en el jardín que el portero había abusado de su hija y en la escuela no le creyeron. Hubo muchas personas que, una vez más y como en tantos casos de abuso, dudaron de la víctima y defendieron al presunto agresor. Presunto hasta ahí, hoy abusador condenado.
Conocía desde casi el inicio el caso y no lo hice público, no lo hablé con todo el mundo ni lo hice saber a todos, no lo difundí como se merecía por la gravedad de la situación. Pero hoy me cansé, me levanté indignada a la mañana, hice un posteo público en Facebook con nombre y apellido, etiqueté a muchos conocidos de 25 y pedí que la escuela salga a dar explicaciones. Sí, Pablo Ureta, fue condenado por abuso de 3 menores en el jardín de la Escuela Normal. Mandé mensajes a portales de noticias locales, escribí a canal 3 y me comuniqué por teléfono al diario. Quería saber más, quería saber, por sobre todo, que dijeron públicamente las autoridades de la escuela a la comunidad. Y no encontré demasiado. Casi nada para ser sincera, uno de los portales consultados publicó sobre el caso luego de mi mensaje, otras 7 líneas más.
Cuando hablé con Remi, le pedí por favor buscara la palabra de los directivos y docentes de la escuela, hago público mi pedido a todos los medios y al personal mismo del Jardín de la Escuela Normal, hablen, cuentennós. Tienen que dar explicaciones a toda la comunidad. Los chicos estaban a su cargo, ¿cómo pudo ocurrir que un portero quede a solas con un menor? ¿Qué no hicieron esos docentes y directivos? ¿Qué hicieron mal? ¿Qué perfil psicológico tenía esta persona para poder ejercer funciones en la escuela y estar en contacto con los chicos?¿Le habían realizado un psicotécnico alguna vez? ¿Porque no quieren dar explicaciones? ¿Es por vergüenza? ¿Es por “cola de paja”? ¿Es por no dañar a la institución? ¿Por protegerse entre ustedes? ¿Cuándo se enteraron del primer caso? Porque no fue uno, fueron tres (los conocidos). ¿Desde cuando sabían de esto, por qué no lo hicieron más visible? ¿Realmente dudaron de la palabra de esa nena que denunciaba? ¿No están entrenados en saber que los chicos NO MIENTEN?
Señores directivos, docentes y auxiliares de la Escuela Normal, nos deben una explicación a toda la comunidad, tienen que dar la cara y afrontar el error, la desidia o lo que sea haya permitido llegar a la terrible situación que ocurrió. Contarnos a todos que protocolo siguen ante casos similares, como pasó todo esto? ¿Qué medidas se tomaron para evitar recurrencia? Se deben a la comunidad, tienen que dar la cara. Entiendo y me parece perfecto que den declaraciones a la justicia, pero eso no basta, porque son nuestros niños los que concurren a la escuela cada día.
Y comunidad de 25 de Mayo abramos los ojos, seamos más solidarios entre nosotros, creámosles a nuestros nenes, no dudemos de su palabra, no defendamos a un presunto abusador sin darle rédito a la palabra de un menor. Ellos tienen inocencia, tenemos que estar atentos a nuestros chicos. Indignémonos, movilicémonos, expresemos nuestro sentir, repudiemos y difundamos masivamente esto y exijamos todos juntos las respuestas necesarias. Depende de cuánto nos involucremos como sociedad que estas cosas dejen de pasar.
Y este mal nacido de se ser humano, Pablo Ureta, todavía tiene la suerte de que tengamos una (in)justicia ciega, sorda y muda, que le permite andar libremente por nuestra ciudad o por cualquier lugar. Te mereces estar preso por el resto de tus días. Sepamos donde vive, corramos la voz, no dejemos nuestros hijos cerca de este energúmeno. Que sufras el resto de tus días la condena social por la aberración que cometiste.
Nadina Martín. DNI:29.850.380
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario